El amor en tiempos de facebook

Un día a un amigo le rompieron  el corazón. Fue un jueves. Alrededor de las 23:30 de ese día me llamo, con un poco de rabia, pero  más que nada con tristeza, contándome la noticia: “Hace unos días que ella andaba extraña, me había pedido un tiempo…Yo pensé que era algo normal, algo de minas que se yo…”  se resigno. No quería aturdirlo con frases robadas de un manual de autoayuda. No quería decirle “todo pasa”, “ella no te merece…”

“Necesito tomar un whisky”  dijo y  sentí  que estaba metido en una película de Humphrey Bogart.  Mi primera reacción  fue negarme: era tarde para nuevos planes, era jueves, y hacia frio. “Necesito hablar con alguien…”  Dijo y  ya  empezaba a darme culpa la sola idea de buscar una excusa para no acompañarlo.

-Me entere por Facebook- dijo ni bien nos saludamos, casi como una forma de sacarse de encima una culpa. Tal vez solo se sentía ridículo (y lo bien que hacia)

- De que te enteraste por facebook?

-De que me había dejado...- Mi cara de desconcierto sirvió como guía para que él se explayara- Facebook tiene una opción en el perfil en la cual podes poner “estoy en una relación con X persona”.  Hoy entre en su facebook, como lo hago todos los días…Y revise su perfil, y ví que decía “en una relación con…” y ahí figuraba el nombre de su ex – en ese momento hizo una pausa. -Es decir, ella ya había decidido sobre mi vida y yo no sabia nada. Ellos sabían antes que yo que me había quedado sin novia. Encima me dejo por ese tarado, un impresentable de primera linea. 

- Que fea manera de enterarse que te dejaron. El colmo de la publicidad de los sentimientos. ¿Y que hiciste?-

-La llame. La forra no me quiso atender.  Le deje un mensaje y  no me lo respondió, la volví a llamar, siguió sin atenderme. Le mande un mensaje de texto con muchísimas puteadas. Después le mande otro pidiéndole perdón por el anterior mensaje. Pero me sentí un tarado, porque encima que me había cagado, yo era el que pedía perdón. Y entonces le mande otro mensaje puteandola más. Pero ella no me respondió nada. Lo peor vino después: el forro del ex (o actual o lo que mierda sea) novio  me mando un mensaje privado por facebook diciéndome que por favor no la molestara más. O sea, me pusieron en la situación del ex psycho, molesto, pesado. Y encima el tarado me pedía un “favor”. Yo solo quería una explicación. Así estamos, eh, al que pide una explicación lo forrean. Que se yo, que se mueran los dos, de sida, si es posible.

Mi amigo, con bronca y con razón, mordía las palabras, pero ponía especial acento en las puteadas. Esa sensación tan rica de putear cuando algo nos oprime el pecho.

Sin embargo, luego de la euforia, las cosas volvieron a su lugar. La bronca dio paso a la tristeza nuevamente.

-Yo ayer pensaba en comprar las entradas para  llevarla a ver a Spinetta, pensé que con eso se le iba a pasar. Siento que el yo de hoy se ríe del yo  de ayer. Supongo que eso significa sentirse un idiota- dijo y ensayo una sonrisa.

-¿Viste Amores Perros vos?- pregunté.

-No ¿por? ¿Que carajo tiene que ver?

- No por nada…- No se lo dije, pero me acorde del dialogo que tienen Octavio y Susana sobre sus planes y ella le dice: tu y tus planes… ¿sabes lo que mi abuela solía decir? Si quieres hacer reír a Dios, cuéntale tus planes.

Me sentí muy inútil. No tenia nada para decirle, no había nada que yo le dijera que lo haría sentir mejor. Yo en su lugar me hubiera quedado tirado en la cama, escuchando música depresiva y mirando películas estúpidas. Odiándola a ella y a su familia, a sus padres por haberla procreado, y sus abuelos por haber procreado a sus padres y así. Familia de forros.
Tomamos whisky, el mas barato posible.Igual, él dijo que no creía en eso de emborracharse cuando uno esta triste o en hacer las cosas que se suponen que hace uno cuando esta despechado- Total  emborracharme, encamarme con otra o lo que sea que haga, no va a hacer que ella vuelva... Lo peor de todo, es tener que despertarme solo mañana- completó. 

Salimos. Eramos dos perdedores a la deriva. Hacia frió, pero por suerte no llovía. Al menos evitamos el ultimo  cliché que nos quedaba, pensé.