martes, 30 de marzo de 2010

Para vos, Para mi

Dormir(cerrar los ojos como quien cierra las heridas que se abren todos los días de tanto mirar y mirar: la hoja que cae, el árbol que se vence con el viento, la mentira de una vida paciente, el dolor de tu partida, el vacio que dejan los besos que se caen de los labios como perdidos en una noche infinita, en la que el tiempo se mece amenazante como una tijera pendiendo sobre nosotros)

Un corazón que arda en latidos, que exagere los sentimientos, que explote fibra a fibra de emoción a emoción, que se regenere y vuelva a ser, a creer, a confiar en las cosas simples, en la memoria, en la amistad, en el amor.

Que vengas a llenar mis días, que la vida se llene menos de tu ausencia, que tus ojos verdes no le exijan demasiado a mi imagen, que en tus manos se duerman las hojas de mi otoño, que el destino se rinda a nuestros pies y que ruegue para que lo dejemos ser y no viceversa, que cuando cierres una puerta me des la llave, que si tu corazón es una roca me des la espada, que soñar sea despertarse a tu lado.

Que Buenos Aires no sea tan porteño, que los que vuelven lo hagan por y para siempre.

Que ya no tenga tanto que desear, es todo lo que quiero desear.

viernes, 26 de marzo de 2010

Jeff Buckley- Last Goodbye

Hermosa cancion de un excelente artista.Una combinacion perfecta



This is our last goodbye
I hate to feel the love between us die
But it's over
Just hear this and then i'll go
You gave me more to live for
More than you'll ever know

This is our last embrace
Must I dream and always see your face
Why can't we overcome this wall
Well, maybe it's just because i didn't know you at all

Kiss me, please kiss me
But kiss me out of desire, babe, and not consolation
You know it makes me so angry 'cause i know that in time
I'll only make you cry, this is our last goodbye

Did you say 'no, this can't happen to me,'
And did you rush to the phone to call
Was there a voice unkind in the back of your mind
Saying maybe you didn't know him at all
You didn't know him at all, oh, you didn't know

Well, the bells out in the church tower chime
Burning clues into this heart of mine
Thinking so hard on her soft eyes and the memories
Offer signs that it's over... it's over

viernes, 19 de marzo de 2010

Vera

Vera se moja los labios. Se mira: ella es la del espejo, pero también es otra, como si aquel, al igual que un rayo, partiera su vida en dos: ella es esa que se refleja-los labios rojos, los ojos perdidos detrás del rímel, los senos libres detrás de la blusa- pero también es otra, o mejor dicho, es infinitamente otras: una que sueña, ama, odia, olvida y recuerda. Mil tristezas y alegrías en una sola alma, que duerme en un cuerpo frágil, pero vigoroso y erótico, como una diosa.
Decía que Vera se mira en el espejo, alargando ese momento no por pura vanidad-que sin dudas, como todos, la tiene- sino como una forma de refugiarse, de tratar de encontrarse en ese instante en el que sabe que esta a punto de dejar de ser alguna de las otras, para ser Vera, la morocha que se sienta entre las dos rubias que se mueren de risa por cualquier cosa.

Es linda Vera. Realmente linda. Y ella lo sabe.
Vera es hermosa de una manera extraña, que exige pensarla antes de entenderla. Tiene la boca un poco grande y tal vez, unas pecas demasiado imperceptibles, pero cuando sonríe, o cuando abre sus redondos ojos verdes, pareciera que la belleza ha sido descubierta, como si la palabra belleza estuviera envuelta en un velo, al cual, dichos actos hacen caer inmediatamente. Entonces, en ese momento, ella es el mundo, un universo de colores, de formas, de fragancias, que estalla una y mil veces, para darle lugar a algo nuevo, algo perfecto y silencioso, que se regenera y vuelve a ser.

Vera deja su trago en la mesa, la impaciencia se adivina en sus muecas.
Uno de los 3 tipos que están con ellas se le acerca y le dice algo al oído. Se ríen. Y el se levanta, se acomoda la camisa y antes de irse amaga con masajearle el cuello. Sus gestos prometen volver.
Y Vera se queda mirando sin mirar. Que se entienda: con los ojos abiertos, pero vacios y temerosos, como si estuvieran mirando hacia adentro, como quien mira desde las escaleras al sótano, con temor y con rechazo, una sombra que imagina un ser monstruoso durmiendo profundamente, pero que lleva siglos en el mismo sueño y que pronto, pronto ha de despertar. Y eso la asusta, porque no sabe que es, no sabe porque esa sensación se manifiesta en ese momento, una sensación tan fuera de lugar, que siente que la noche se sale del tiempo y del contexto que es su vida.
Y él vuelve. Y ella quiere pero no quiere. O no sabe que quiere. Hablan, ríen otra vez. Él se levanta y ella lo sigue. Los pasos lentos, las palabras susurradas en el oído, el olor a sexo que se cuela en la oscuridad de sus cuerpos, y ella que si, que no, que otro día.
Salen. Él va a buscar su auto. Ella lo espera en la puerta.
Llega, le abre la puerta. Ella, antes de subirse se mira en el reflejo que le devuelven los vidrios del auto. Se ríe, y piensa que otra vez se abandona y deja de ser Vera, para empezar a ser otra.

martes, 9 de marzo de 2010

Brit-Pop

Tus fotos estaban en una caja, arriba de un ropero- entre las cosas que ya no quiero mirar -como esperando ser encontradas, agazapadas y anhelantes, con una estrategia casi militar y con la convicción necesaria para destruirme.
Aunque en algunas fotos también estoy yo, digo que esas fotos son tuyas porque desde hace un tiempo entendí que ya no hay nada que nos pertenezca, que ese pasado que compartimos es solo tuyo, con los Stone Roses musicalizando ese amor tan brit pop-melancólico, nublado, hermoso- que supimos tener.
En una foto estábamos en el banco de una plaza, yo dormía en tu regazo. En otra reías con esa sonrisa tuya que siempre ame. En una bajabas una escalera e intentabas tapar la cámara con la mano. En todas, te veías dulce y eterna, como si una fueras una promotora del pasado, que se escapaba aquel presente para engañarme en el futuro.
En la caja también estaban tus cartas, tus frasecitas escritas en el reverso de una servilleta- jamás podría olvidar tus raptos de incesante poetisa-las entradas de cine, de teatro, todas esas cosas que de alguna manera construyen a ese tipo que fui y que hoy arrincono en el fondo de mi memoria, intentando levantarme con la fuerza y la desazón de un sobreviviente.
La memoria siempre nos miente, decías, y tu semblante se amargaba un poco. Y tal vez tenias razón, porque se que nos quisimos con intensidad, pero también con esa misma energía nos odiamos.
Sin embargo, no seria sincero si te digo que jamás se me ocurrió llamarte, o que me senté en la plaza de Juramento-en el mismo banco de la foto- sin la esperanza de encontrarte. Una tarde soñé que volvías, y cuando desperté, mordí el polvo infinito de tu ausencia. Entendí que todo era mejor asi, que soñar con vos era bucear en pantanos inmundos, infectados de sanguijuelas y serpientes.
El dolor me revelo que solo me quedaba el mañana, me digo y pienso-mientras baño en alcohol tus cosas- en una frase de aquella canción que tanto te gustaba: “The past was yours But the future’s mine”

lunes, 1 de marzo de 2010

15 de otoño

Hay en el aire cierta melancolía, como si el fin se acercara sigiloso, delator o verdugo de mis sueños, con sus manos de un tiempo vencido, a llevarse lo poco que me queda de su mirada, de su esencia…
La siento incomoda, como deseando no estar acá o que no este yo o que no haya nadie.
Tiene la mirada perdida, como buscando fantasmas en el vacio. Se que no quiere mirarme, teme encontrar en mi los rastros de este amor que ya nunca será.
No me deja acercar, una caricia y muestra las garras, es como una tigresa agazapada, recela de su tristeza, la acomoda en el fondo de su alma y que allí quede.
Dice y no dice mucho, su silencio es una fortaleza en la cual se refugia de un mundo demasiado cruel, demasiado gris… sus palabras flotan, plumas de un dolor fértil, un dolor en primavera, un dolor tan fuerte que lastima, que corta el aire con la impunidad de una navaja en la oscuridad.
En el ocaso de la tarde, las palabras se dejan caer, no tienen fuerzas para significar nada. Las risas envidian la pasión de las lágrimas, las miradas esconden soledades.
Y ella piensa. Piensa. Su corazón se debate entre hoy y el mañana, teme tanto al presente como al futuro. No puede abandonar el laberinto de sus sentimientos-esos sentimientos que no me pertenecen, me digo, con una convicción tan fuerte que me conmueve-. Ella es Ariadna, pero también Teseo…
Digo alguna idiotez para distraerla de la oscuridad de sus pensamientos, una sonrisa amaga un arco iris… Me doy cuenta de que no puedo hacerla sentir mejor, que mis palabras, mis risas son vanas, son como espadas de papel en esta batalla, quisiera ayudarle, quisiera ayudarme, pero ella, a veces es mas fuerte que yo, en cada paso que doy me redobla la apuesta.
Se muerde los labios, cierra su alma y sueña…en la tibieza de la tarde, la tristeza de sus ojos dibujan un sol propio, apagado pero deseando brillar. Ella sabe que no sabe y eso la desespera.
De pronto, emerge de su interior como despertando a la vida, a la tarde, a mi presencia.Entiendo.Es hora de despedirnos.
Adiós, me dice. Adiós.
La veo alejarse.Ella sigue igual de triste, igual de hermosa.