Sabado 3 a.m

A la dulce pequeña Elliot...

Toda la noche pensé en vos. O tal vez soñé con vos - me has condenado a una vida en la cual no puedo diferenciar los sueños de la realidad-. No se, son tiempos de dudas, nada es sino lo que quizás podría ser…

En un momento te decía que te quería, que había caído rendido la primera vez que hablamos, que te observaba con la paciencia de un científico, que estudiaba tu soledad para entender si era mi soledad. Te decía tantas cosas. El silencio dominaba tu semblante, ejercía su máxima tiranía en tus ojos que no miraban sino para no escuchar. Mis palabras temblaban, eran balsas en medio de la tormenta, repetía que todo este tiempo no encontré las palabras justas, las busque todo este tiempo sin entender que mi búsqueda había sido un camino vano, sinuoso, casi sin retorno…Que yo no era sino un grano de arena en tu desierto, la gota que no derrama el vaso. En ese momento yo era un personaje de Sabato y vos la musa de los 20 poemas de amor de Neruda. Había entre nosotros una desarmonia literaria, éramos como palabras de locura y amor. Sin embargo no hablabas, me dejabas seguir con mi monologo…Parecía dejar de importarte lo que tenia para decirte, y así era. Te levantabas, yo no hacia nada para evitarlo- nunca hago nada para evitar que me lastimes, me decía y repetía inútilmente- , sentía las piernas atadas a una roca, la roca de mi timidez que no me dejaba ir tras tus pasos, lento caminar, gracia de bailarina, ausencia de diosa. Y de pronto un mar y vos en lo alto de una colina, tu pelo se movía al ritmo del viento, tus manos desprendían hojas, y todas las cosas que tus ojos miraban mutaban de color. El sol perdía la batalla contra la melancolía de tu mirada y adquiría el tono de una vieja fotografía. El prado que se extendía sobre la colina dejaba de ser verde para ser ceniza…

Y ahora estamos acá. Sábado 3 AM. Cuando me llamaste para vernos no lo dudé, pero te dije que no sabia porque tenia que arreglar unos asuntos –ambos sabemos que eran puras sandeces, nada es mas importante que vos-. Y estas hermosa como nunca o mejor dicho como siempre. Siento que no tendría que estar sentado en esta mesa con vos, los demás tipos me miran como diciendo que no te merezco. Lo que ellos no saben es que vos también pensas que no te merezco, motivo por el cual solo somos amigos, lo que me hace mas patético aun, porque ser amigo de la persona que amas es como querer ser director de cine y conformarse con alquilar una buena película los sábados…