martes, 28 de diciembre de 2010

Desastre Manifiesto


Es raro esto de extrañarte. Bah que se yo, supongo que no sabia que podia extrañarte, tan preocupado estuve antes dolorido por otras ausencias. Ahora que te fuiste, -quien sabe donde andaras y con quien- duermo siestas tristes para levantarme y sentir que todo sigue igual: el mundo gira y no le importa que yo siga sin vos. ¿Sera que nada de lo que dijimos alguna vez es cierto? Yo me muerdo la lengua para no llamarte y me pellizco los dedos para no mensajearte- o tal vez para sentir otra cosa que no sea tu ausencia-, aunque suelo caer en excusas tontas y peores chistes que no te hacen reir y que solo merecen una respuesta corta y fria, como si te sacaras una tarea de encima. Supongo que me falta ingenio para que me quieras.
Para mi es mas fácil no hablar de vos, no mencionarte en las charlas con amigos o esconderme en halagos dirigidos a cualquier mina o jurarle amor eterno a la soledad , pero soy débil y cualquier whisky certero puede tumbarme y ahí, ya cuando la vergüenza se toma vacaciones, y la tristeza me delata, no puedo evitar la confesión, que hace las delicias de mis amigas-a veces sospecho que les gusta verme sufrir por amor- y de mis amigos, quienes ven incrédulos que yo, tan superado que parezco sobrio, pueda rogar por los rincones, que mandes una señal, que no te hagas la difícil-no conmigo ja-, que aceptes mi te quiero y que respondas "yo también te quiero" por amor y no por respeto. Pero soy tan Gaudio de la vida, tan acostumbrado a jugar bien y perder mal, que ya no se que hacer para sacarte de esa apatía que me condena a tu olvido. Soy un desastre manifiesto. Y entonces, triste a fuerza de extrañarte, releo una y mil veces aquel hermoso poema de Federico García Lorca que dice: "Llena pues de palabras mi locura o déjame vivir en mi serena noche del alma para siempre oscura."

sábado, 11 de diciembre de 2010

Pequeño Diccionario Ilustrado: Tristeza Retroactiva

Tristeza retroactiva: sentimiento de desconsuelo consecuencia del entendimiento de un hecho o situación anterior producido por el descubrimiento posterior de otro hecho o situación anterior. La tristeza extiende sus efectos al pasado.

Ejemplo: Santiago y Melisa son novios. Dicen amarse.

En una ocasión, cuando paseaban por el río, ella recibe un llamado. En la conversación, Melisa actúa incomoda, se toma el pelo, responde con monosílabos o de manera poco clara. Cuando corta, Santiago pregunta quien era. Ella, ensaya una respuesta y dice nadie… “una amiga…” La respuesta no lo convence pero decide, para evitar discusiones, no seguir interrogando o hacerlo en otro momento… Para sentir la firmeza de la tierra, le dice que la ama. Ella, distante y casi como un reflejo responde “yo también.” No obstante ese hecho, Santiago no negaría que fue una linda tarde: después de todo estuvieron juntos y poco mas que eso bastaba para que un día normal se convirtiera en un día hermoso.

En un lapso de 1 mes ella lo deja. El no entiende nada. Ella acusa la necesidad de tomarse un tiempo. Él, Armado con la paranoia de un abandonado, piensa en la existencia de un tercero. Abandonado a sus recuerdos busca en ellos un indicio. ¿Cuando fue que todo comenzó a salir mal?... ¿Fue cuando ella dejo de escuchar sus canciones? O cuando ella prefirió quedarse en su casa antes de ir al cine? Entonces recuerda el día en que paseaban por el río, se acomoda el alma en ese momento, se abriga con el brillo de los ojos de Melisa compitiendo con el de los rayos del sol…. De pronto, algo lo expulsa del recuerdo, como un exiliado del paraíso siente que ese instante tan perfecto ya no le pertenece, que es de alguien más…y recuerda el llamado. El llamado fue del tercero. No existe otra explicación a sus nervios: descubre allí la génesis del olvido, del desamor. La insulta un poco tal vez, con las últimas fuerzas de ese amor, la insulta. Pero sabe que no puede dejar de quererla porque las manos le sudan, la verdad lo hiere como si fuera un verdugo y él, él tan solo fuera un pobre rehén. Ese recuerdo de un momento hermoso ha sido manchado por la tristeza de haber entendido que en ese momento ella empezaba a dejarlo. Es una tristeza retroactiva

jueves, 11 de noviembre de 2010

Gris Verdoso

Camino por ese anden que tus pasos han enamorado, y que hoy ya miro con tristeza, el colmo de la nostalgia: extrañar algo que aun no es pasado.

Apuro el paso, ya debes estar esperándome, sentada sobre un banco con las piernas cruzadas, y jugando con alguna hoja que se cae, herida y hermosa, victima de un viento imposible

Cruzo las vías y miro la plaza, ahí donde empezamos a querernos, donde todas las tardes me alejabas del mundo y en la que ahora empezamos a despedirnos. Miro los detalles del camino como si fuera la última vez, como si tu adiós, fuera la despedida del mundo.

Y entonces llego y te encuentro, taciturna y poetica, con tus ojos gris verdosos que me miran desde el abismo de tu existencia, con la belleza de la primera vez, como si el tiempo hubiera pactado con ellos una inocencia eterna, única, prehistórica.

Me alegra saber que te vas a vivir con él, que sos feliz. ¿Yo?, ahí ando, pateando, que se yo, la facu me ocupa mas tiempo que antes y el amor me esquiva con la delicadeza de un wing izquierdo, pero no me quejo…

Si lo elegiste a él es porque él es mejor: es más inteligente y más educado, y francamente, entre nosotros, él es mucho más lindo. Si ya se que no tenia que esforzarse mucho en este ultimo ítem, ja. Viste como conservo el humor a pesar de todo.

Te acordas que acá me dijiste que entre nosotros nunca nada tenia coherencia, que éramos como un vidrio fragmentado al que le faltaban piezas para empezar a ser, siempre buscando la manera sutil de describir nuestras imperfecciones, ja. Yo no supe que responder. En realidad nunca se bien que decir, mis palabras navegan en oraciones que se caen, a fuerza de incoherencias, como pedazos de chatarra oxidada. No supe que decir, pero nos miramos con la demencia de un amor imbécil-como son todos los amores- y con miedo. Con mucho miedo, como si empezáramos a descender a una especie de dimensión que todo el mundo conocía, pero que a nosotros nos era ajena, como extranjeros en un mundo superpoblado.

Despues, cuando el amor nos jugo una mala pasada, cuando no supimos que hacer, nos conformamos con no perdernos, con querernos a medias, como cobardes que dejan todo para otra vida..

Si ya se lo que pensas ahora que tu mirada parece herida, y que me pedís que olvide por favor, basta de recuerdos…

Es el momento. Abrís el camino con tus labios vacios, besas el paisaje, me pedís que me vaya y que no mire atrás. Buena suerte, decís con un dolor que no es para vos, que ahora, con un poco de bronca siento que no sos merecedora: que es un dolor que no entendes, que si vos ya no me queres no tiene sentido tu dolor… Pero bueno supongo que todas las despedidas son un poco así, confusas, dramáticas, inútiles...


Y mientras pienso todo eso te veo alejarte.

sábado, 16 de octubre de 2010

Lisa Hannigan - I Don´t Know

Que lindo canta y que hermosa que es...

I don't know what you smoke
Or countries you been to
If you speak any other languages
Other than your own, I'd like to meet you

I don't know if you drive
If you love the ground beneath you
I don't know if you write letters or you panic on the phone
I'd like to call you all the same,
If you want to
I am game

I don't know if you can swim
If the sea is any draw for you
If your better in the morning or when the sun goes down
I'd like to call you

I don't know if you can dance
If the thought ever occurred to you
If you eat what you've been given or you push it around your plate
I'd like to cook for you all the same
I would want to
I am game

If you walk my way, I could keep my head
We could creep away
In the dark
Or maybe now
We could shoot it down anyway

I don't know if you read novels or the magazines
If you love the hand that feeds you
I assume that your heart's been bruised
I'd like to know you

You don't know if I can draw at all
Or what records I am into
If I sleep like a spoon or rarely at all
Or maybe you would do
Or maybe you would do

If you walk my way, I will keep my head
We will feel our way through the dark
Though I don't know you
I think that I would do
I don't fall easy at all
At all at all at all at all

If you walk my way, I will keep my head
We will feel our way through the dark
Though I don't know you
I think that I would do
I don't fall easy at all


jueves, 7 de octubre de 2010

Dolores ( I )

I

El colectivo iba rápido, casi como obligado a llegar a algún lado, como deseando que yo bajara…

La noche había empezado bien. Por la tarde Dolores llamo, diciéndome que dejara los libros un rato, que me vendría bien una salida con ella, ver una película, comer algo tal vez, pero fue tajante y desesperanzadora cuando dijo… “dale amiguito…” Avisando con esa frase como iba a terminar la noche: ella volviéndose a su casa y yo extrañándola, apabullado por todas las cosas que pienso y que nunca digo. Dude en aceptar su invitación, pero -sospecho que ella sabe que nunca puedo decirle que no- finalmente sucumbí a su ruego. “A que hora me pasas a buscar” preguntó. A las 21.30 debía estar en su casa.

El reloj marcaba 17:03 Faltaban 4 horas y media…

Dejaba las angustias facultativas de lado y entraba a su mundo, un lugar no menos plagado de angustias pero un poco más rico debido a sus sonrisas, a sus ojos y a sus caricias, que siempre, lamentablemente, eran poco ambiguas: lo malo de Dolores es que con ella todo tiene un lugar fijo, preestablecido, como una monarquía absoluta: los amigos por un lado y los amores por otro. Y ese orden no se puede quebrar o al menos a mi me fallan las fuerzas revolucionarias… o tal vez yo era un burgués de su amistad, no me revelaba ante el reparto de sus planes: en la geografía de su alma ella me había ubicado en la “zona amigos”…Mejor dicho: me había comprado un balcón en esa zona, para que fuera espectador de sus desencuentros, pero clausuro las escaleras para que jamás me entrometiera en el drama que es su amor…

Y mi drama, ese que ella nunca veía, siempre era la misma escena: yo deseando que por una vez, las cosas cambien de lugar, que la vida sea algo mas que eso, deseando que el espejo alguna vez me mintiera, y que ella alguna vez se equivocara, y casi sin querer se le perdiera un beso… Miles de veces soñé en plantearle las cosas, en darle la espalda cuando ella me dijera que no me quiere, cuando me dijera la verdad…Pero frente a ella, cara a cara, las dudas se desvanecían, me entregaba al juego que proponía su compañía. Me sentía como un adicto que se entrega a su vicio, sabiendo que al otro día, cuando la euforia de su presencia fuera un recuerdo, las dudas aparecerían nuevamente, como fantasmas agazapados esperando para atacarme en mis momentos de debilidad, en las horas de mis mayores soledades y con un campo minado por las incertidumbres de un juego peligroso. Y yo avanzaba así, casi al borde del abismo y haciendo equilibrio en una delgada línea, sintiendo que cualquier brisa me haría caer y que, a esa altura, levantarse costaría el doble. Por eso, con resignación y con dolor, había aceptado el papel secundario que interpretaba en su vida, un actor secundario que rara vez ganaría un premio, que rara vez seria reconocido por su performance, y sin embargo, lo mas triste, es que no estaba tan descontento con mi rol: después de todo, no podía culparla por no quererme, por tener buen gusto o por lo que sea.

No se cuanto me ella me podía querer, si es que existen medidas para los sentimientos. Muchas veces me engañe diciéndome que le importaba algo mas que un poco, pero otras veces sentí que soy su ultimo recurso, un nombre en su agenda al cual solo recurría cuando las personas que realmente le importaban ya le habían fallado. ¿Acaso no me había llamado a las 17 hs de un viernes? Tal vez aquella tarde fatigó su agenda, buscó en todos los rincones posibles compañeros de salida y nadie pudo o nadie quiso serlo… Y vio mi nombre, habitante recurrente de sus olvidos y para ella, quizás, la soledad, sea peor compañera que yo. En su desesperación, mi imagen, se acrecentó.

Todo esto lo pensaba en el camino a su casa.

Esas sensaciones me abrumaban como veranos, con esa sensación de pesadez, de picazón que nos dan las cosas que nos incomodan, que las tenemos guardadas en algún lugar y en el momento menos oportuno aparecen, evidencia del desastre de nuestras vidas o dolorosa prueba de las cosas que duermen en un velo de apariencia…

Y aun así, a pesar de esos sentimientos, de las dudas, de todo, lo único que importaba es que ya faltaba poco para volver a verla…

Toque el timbre de su casa. Su madre, adorable y chismosa, abrió la puerta y me recibió con una sonrisa, síntoma del cariño que me tenia. Ese cariño, tal vez, era el símbolo, la bandera del rechazo que Dolores sentía hacia mí: la madre me quería porque sabía que su hija nunca cometería el error de quedarse conmigo.

Como dije la noche había empezado bien. En el camino al cine Dolores se despacho con un monologo sobre sus problemas, sus peleas con la vida y la incomprensión del mundo que la rodea. Al menos, pienso ahora, no me humillo hablándome de otro tipo.

En la fila para entrar al cine ella me tomo del brazo como si fuéramos novios en un altar imaginario. Los dos reímos, yo de incomodidad, ella de ingenua. Pero cuando avanzamos un metro en la cola, casi sin darme cuenta, sucedió la revelación: dos puestos delante de donde estábamos con Dolores, lo vi: un tipo…una pareja y un tipo: él era el tercero, el tipo solo al que las parejas invitan al cine de lastima, por pura piedad, acto barato para ganarse una parcela de cielo. La chica de la pareja, lo tomaba del brazo también a él, pero los besos eran para el otro. Ella estaba en el medio: la foto era perfecta: el novio de un lado, su amigo del otro. Tal vez el tipo amaba a la chica, tal vez la chica alguna vez lo quiso. Tal vez el tipo era un cobarde. Tal vez odiaba al novio de la chica en secreto.

La imagen del tercero, del tipo solo, se tatuó en mis miedos. Vi mi futuro: me vi solo, me vi odiando al futuro marido de Dolores., me vi atado a ella de por vida, esperando la oportunidad de que ella me quiera. Esa imagen me dio repulsión: había entendido lo patético de mis sentimientos.

Creo haberme quedado quieto y sin palabras, como quien ve un espectro: o mejor dicho: como quien entiende que es un espectro y puede verse en un espejo. En ese instante entendí que no había peor vida que vivir añorando…Que una vida con ella cerca, pero en otros brazos es una NO vida, un suicidio diario y silencioso, un suicidio de alcohólico.

La película me paso de largo: aturdido por mis pensamientos, la soledad del futuro me cerraba los ojos al presente, como si yo ya hubiera perdido la guerra contra todas las tardes de domingos hundidas en el vacio de un mate frio, una radio a.m que se escucha a lo lejos y la penumbra de un sol que se apaga, viejo y herido, frente a la indiferencia del mundo. Y Dolores que reía, ignorando el porvenir que me esperaba a uno de sus lados: el lado del amigo.

Cuando volvíamos, en el colectivo ella volvió a tomarme del brazo, apoyando su cara sobre mi hombro derecho. Recuerdo que la besé en la frente, como si fuera una forma cariñosa de traicionar su confianza. Pensé que, como la iba a decepcionar, ese beso era mi propio beso de judas. El nudo que sentí en la garganta me advirtió que era el momento de hablar, pero antes imagine todas las situaciones posibles y en casi todas yo salía perdedor…Pero ¿y si ella me quería? Y lo peor ¿si estaba en lo cierto? O sea si realmente no me quería, que tenía yo para perder. Mi conciencia me soplo la respuesta: “dignidad” me dijo y se río. En mi dialogo interno pregunte - como si tuviera otra conciencia y ambas discutieran- ¿cual dignidad? ¿Que es lo que le espera a una persona que calla, que no dice lo que ama y lo que odia? Como si fuese sobornado por la timidez para guardar silencio.

Comprendí que tenia que decir mi verdad que, encontraría el momento esa misma noche para decirle a Dolores lo que sentía…ese colectivo, con asientos marrones que deprimían mas de lo que confortaban, seria testigo de mi confesión…

Le diría que la primera vez que la mire a los ojos ya estaba perdido y que ella me había ganado la segunda vez que me hablo, aunque para ella eso tuviera poco sabor a triunfo…

martes, 21 de septiembre de 2010

The Smiths Heaven Knows I´m Miserable Now

el video no se ve bien, pero la canción es impagable...


I was happy in the haze of a drunken hour
But heaven knows I'm miserable now

I was looking for a job, and then I found a job
And heaven knows I'm miserable now


In my life
Why do I give valuable time
To people who don't care if I live or die ?


Two lovers entwined pass me by
And heaven knows I'm miserable now


I was looking for a job, and then I found a job
And heaven knows I'm miserable now


In my life
Oh, why do I give valuable time
To people who don't care if I live or die ?


What she asked of me at the end of the day
Caligula would have blushed


"You've been in the house too long" she said
And I (naturally) fled


In my life
Why do I smile
At people who I'd much rather kick in the eye ?


I was happy in the haze of a drunken hour
But heaven knows I'm miserable now


"You've been in the house too long" she said
And I (naturally) fled


In my life
Why do I give valuable time
To people who don't care if I live or die ?


domingo, 29 de agosto de 2010

Naif

Cuando nos quedábamos en silencio con Vicky nos mirábamos y reíamos, presos de sentimientos que eran caminos sin retornos, vagos y sin sentidos. Tirados en el piso escuchando discos viejos y hablando de películas improbables con protagonistas perdedores y doncellas horribles podíamos dormirnos como idiotas que desconocen la existencia del tiempo, del mundo y de la vida. Ah, esos eran los buenos días, cuando ella llegaba y una sonrisa le iluminaba la cara y parecía que ella podía cerrar mis heridas con el chasquido de sus dedos-con las uñas comidas en impacientes esperas de colectivos, o en libros con finales tristes-. Y ella improvisaba algún poema sin ritmo ni rima, en el que el final era una palabra extravagante que emplearía durante todo el día y que jamás volvería a usar, como si pudiera cansarse del significado de las cosas. Y tal vez eso era ser feliz: su remera con florecitas casi imperceptibles, sus manos guiándome en el ballet mas torpe de la historia, las luces que disparaban flashes de imperfecciones sobre nuestros cuerpos, y entonces la oscuridad, como un perdón divino o una memoria perezosa que olvida todos los rencores, nos volvía impunes a los crímenes cometidos contra la estética. Y entonces nos amábamos con la furia de un amor demencial, con ese ardor que nos hacia sentir que nuestras pieles no eran sino un obstáculo que entorpecían el placer. Ah, los buenos días, cuando soñar era despertarse a su lado y ella que abría los ojos y me contaba los detalles de sus sueños con cenas de golosinas y países en los que nunca salía el sol. Yo amaba cuando Vicky se mordía los labios y miraba hacia arriba si yo no entendía sus relatos oníricos. Y ella que se enojaba como una nena que se siente incomprendida frente a un mundo adulto que esta demasiado ocupado para pensar en los sueños y apartaba la cara y la mirada se le perdía detrás de cualquier objeto. Y de pronto entendía que yo no la entendía, que la imaginación no era lo mío: tan acostumbrado a no decir nada frente a extraños en un ascensor. Entonces desafinaba alegremente alguna canción, ridiculizándose para que yo no me sintiera tan chato, tan aburrido, tan mediocre. Ah, los buenos días, cuando bastaba que ella me mirara para que yo, que siempre andaba perdido, me sintiera encontrado. Y tal vez, eso fue lo que siempre ame de Vicky: que ella era como un lugar del que nunca debía partir.

No recuerdo cuando fue que los días empezaron a parecerse entre si y ella empezó a dejar de quererme. La historia oficial, la que le contamos a nuestros amigos, dice que terminamos de “común acuerdo”... Ese eufemismo que se usa para evitar herir el orgullo del abandonado: en toda relación, siempre hay uno que quiere más que el otro: el amor no se termina de mutuo acuerdo. Si, yo la quise mas que ella a mi: yo fui el que se abandono, el que, en noches de desesperación, se perdió en lugares como este (aunque no tan cálidos, eh), el que, a fuerza de tristezas se dormía borracho y soñaba con su regreso y cuando despertaba soñaba con morir. O el que veía su ausencia como el eco del dolor: un dolor que estaba condenado a repetirse en el tiempo y en el espacio y que con el paso de los días se incrementaba impiadosamente con una verdad que se hacia carne en mi espíritu: Victoria ya no regresaría… ya termino, eh.

El último día que nos vimos nos quedamos en silencio y no reímos. Ahí entendí. Sentí que en verdad esa era una despedida, que ya no habría vuelta atrás. Fui lo mas honesto que pude y le confesé-con esa culpa cursi que se nos da cuando estamos tristes y enamorados- que había sido la mujer de mi vida, que necesitaría la imaginación de cien guionistas para imaginarme un futuro sin ella, sin el perfume que dejaba en la almohada al levantarse o sin sus labios cálidos en madrugadas frías. Y que aunque me doliera, que se quedara tranquila que no seria la clase de ex que llama insistentemente. Que ese adiós era de verdad… Ella lloro un poco y me dijo que ahora volvíamos a la realidad, que la vida es impar y que por definición estamos solos. Y que amarse era eso: revelarse contra la soledad de los días y sentía que ya no podía hacer esa lucha a mi lado, que lo mejor era eso: dejarnos antes de que empezáramos a odiarnos y que todo lo que fuimos se arruine por lo que seriamos… Después de decirme eso bajó la mirada, como quien trata de esconder un sentimiento que lo avergüenza, tal vez ni a ella le convencieron sus palabras… La recuerdo caminando hacia la salida, con un paso cansino pero seguro, como afirmando en cada pisada la decisión de dejar un pasado atrás. Cuando llegamos a la puerta nos miramos y sentí un sudor frio en las manos, las llaves rebeldes se plantaron y no quisieron apurar la despedida. Nos reímos incómodos, nos reímos sabiendo que era la última risa que compartiríamos. Finalmente la abrace y le prometí que todo estaría bien. Vicky salió a la calle y de mi vida…

En ese momento ella se levantó de la cama, prendió la luz y se acerco a Santiago, que se sintió intimidado ante la proximidad de su cuerpo semidesnudo.

-No hace falta que me pagues, si queres podes irte sin consumir- le dijo. Él se quedo en silencio y busco el dinero en sus bolsillos. Levanto la mirada para mostrarse lo mas sincero posible.

- Yo no te quiero consumir

- No hay problemas. Te podes ir sin pagar…Tenias el último turno hoy, no me hiciste perder ni tiempo ni dinero: me gustó tu historia. Me caíste bien. En serio. Siento que no estas en condiciones de hacer nada, te lo digo por tu bien. Es mejor que vengas otro día- dijo ella y su voz se tiño de dulzura.

Él saco de su bolsillo trasero 125 pesos. Vacilo un poco: sabía que no era la solución, que el amor es otra cosa, que no sabia bien que era pero que no era eso, y que mañana, cuando ella no estuviera, sentiría el mismo vacio de siempre. Se sintió muy naif: creer en el amor en esas circunstancias…

-No, deja, yo te quiero pagar- dijo él mientras se desabrochaba el cinturón.

Entonces Sofi apagó la luz.

sábado, 17 de julio de 2010

Like Dylan In The Movies

Belle And Sebastian, tal vez la banda mas hermosa que nunca toco en Buenos Aires. Dicen que para octubre pisaran suelo argento y todos sera un poco mas hermoso gracias a su eterna melancolia, a sus guitarritas acusticas y a Stuart Murdoch, el genio detras la belleza de esas melodias. Amen.



Lisa's kissing men like a long walk home
When the music stopsStuart Murdoch (
Take a tip from me, don't go through the park
When you're on your own, it's a long walk home
If they follow you
Don't look back
Like Dylan in the movies
On your own
If they follow you
It's not your money that they're after boy it's you

Pure easy listening, settle down
On the pillow soft when they've all gone home
You can concentrate on the ones you love
You can concentrate, hey, now they've gone

If they follow you
Don't look back
Like Dylan in the movies
On your own
If they follow you
It's not your money that they're after boy it's you

Yeah you're worth the trouble and you're worth the pain
And you're worth the worry, I would do the same
If we all went back to another time
I will love you over
I will love you

If they follow you
Don't look back
Like Dylan in the movies
On your own
If they follow you
Tenderly you turn the light off in your room

domingo, 4 de julio de 2010

Negligente

Las palabras se te caen de la boca, como de un tobogán, la pendiente de un arco iris que no termina nunca de cerrar, y –lo mejor- tu risa, preludio de un amor que duerme sin saber ser, que se esconde en la ribera de los miedos, pero que desea despertar, como quien espera al costado del camino y deja pasar y pasar, hasta que te avisan que la vida no se sabe ir sola, y vos, perdida en tu universo, en una galaxia de ternura, te das vuelta y me miras, con esa belleza que se esconde en las trincheras de tus pestañas, que proponen una guerra que estoy dispuesto a perder, y entonces, sin aprender, camino hacia vos-besando el aire que alguna vez fue parte de tus labios- avanzando entre pasos previos que desconfían de los próximos, aunque presurosos en llegar, en vano, si total ella no es a mi a quien espera, me digo, siendo yo mas que nunca, abandonado por una esperanza idiota- como lo son todas las esperanzas-, abandonado a la compañía de mis pensamientos-la peor de las soledades-,y pienso, con la incoherencia que me dan los sueños de tus ojos , que daría lo que sea por ser yo quien llene tu memoria de recuerdos, lo que sea por ser yo quien te haga olvidar del mundo, y ya rendido, como quien espera el fusilamiento, cierro los ojos y me arrepiento de mi cobardía, entonces, valiente a tus encantos, los abro y vos que seguís así, tan hermosa sin saber que tu belleza lastima, que sos una victimaria sin dolo, que merced a tu baja autoestima andas por la vida disparando miradas con la negligencia de una inimputable. Y entonces te digo algo, lo que sea y aunque no te de gracia te reis-es lindo como te reis- con esa boca que se abre como una flor y luego estalla, estalla mil veces. Entonces, entiendo súbitamente- y eso me asusta más aun-. Entiendo, y todo cierra, como el final de Sexto Sentido. Entiendo que ya no te soporto: que no me alcanza la vida para soportar tanta belleza

lunes, 17 de mayo de 2010

Travis- Why Does It Always Rain On Me?



I can’t sleep tonight
Everybody saying everything’s alright
Still I can’t close my eyes
I’m seeing a tunnel at the end of all these lights
Sunny days
Where have you gone?
I get the strangest feeling you belong
Why does it always rain on me?
Is it because I lied when I was seventeen?
Why does it always rain on me?
Even when the sun is shining
I can’t avoid the lightning
I can’t stand my self
I’m being held up by invisible men
Still life on a shell when
I got my mind on something else
Sunny days
Where have you gone?
I get the strangest feeling you belong
Why does it always rain on me?
Is it because I lied when I was seventeen?
Why does it always rain on me?
Even when the sun is shining
I can’t avoid the lightning
Oh, where did the blue skies go?
And why is it raining so?
It is so cold
I can’t sleep tonight
Every body saying everything’s alright
Still I can’t close my eyes
I’m seeing a tunnel at the end of all these lights
Sunny days
Where have you gone?
I get the strangest feeling you belong
Why does it always rain on me?
Is it because I lied when I was seventeen?
Why does it always rain on me?
Even when the sun is shining
I can’t avoid the lightning
Oh, where did the blue skies go?
And why is it raining so?
It is so cold
Why does it always rain on me?
Why does it always rain on...

domingo, 9 de mayo de 2010

Si

-Yo: ¿Sabes quien cursa conmigo?
-Diego: ¿Quien?
-Yo: ¿Te acordas que en el CBC había una morocha, bajita, de ojos azules?
-Diego: No…Necesito más precisiones
-Yo: Ehh…Se juntaba con una piba que tenía cara de pterodáctilo.
-Diego: Sigo sin guiarme
-Yo: Se llamaba, se llama Laura
-Diego: Ahh ya psicopateaste el nombre…jaja
-Yo: No…tomaron lista y escuche su nombre…Bue si, fui medio psycho, pero un psycho amable.
-Diego: Ahh creo que ya se cual decís…la morocha, bajita, de ojos azules. Estaba buena
-Yo: Vos también la psicopateaste, porque si no te decía el nombre no la sacabas
-Diego: Ja, puede ser
-Yo: Bue, esa, Laura, la morocha, bajita, de ojos azules, cursa conmigo
-Diego: -¿Y? ¿Que esperas para hablarle?
-Yo: -Eh…No se, me parece inabordable, tiene cara de enojada todo el día, no se como empezarle una conversación. Debe ser por eso que anda siempre sola.
-Diego: Tal vez no esta tan buena…
-Yo: ¿Y eso que tiene que ver?
-Diego: Mucho…Las chicas lindas nunca andan sola
-Yo: Que idiotez…Tal vez sea una incomprendida… Tal vez le moleste la estupidez de la gente
-Diego: Tal vez necesites anteojos
-Yo: Puede ser… Hace tanto que ni le veo la cara a Dios
-Diego: Jaja. Espera… Si es la que yo creo que es, es muy abordable…Una vez estaba sacando fotocopias con Sebastián, y dije un chiste y se rio, como queriendo integrarse…Es una busca amigos…No es una incomprendida, ¡la gente la aparta!
-Yo: Ahora que lo decís, a mi también me paso algo parecido con ella: ¿te acordas la clase esa de Principios de Derecho Latinoamericano, en la que la mayoría se levanto y se fue porque era un embole?
-Diego: si
-Yo: Bue yo me quede en la clase y me di vuelta en un momento para decirle algo a Sebastián y le hice un gestito como diciendo “que embole” y ella me miro y se rio.
-Diego: ¡Viste! ¡Es una busca amigos! No es inabordable como decís, lo que pasa es que vos sos un Gastón Gaudio de la vida…Te la pasas llorando
- Yo: No se… 5 minutos después volví a darme vuelta e hice nuevamente el gestito de ”que embole…” y no se rio.
-Diego: jaja, como en ese capitulo de Seinfeld
-Yo: ¿Que capitulo?
-X: El que George va al cine y tira un chiste muy bueno, y todos se ríen… Y otro día va de nuevo a ver la misma película para hacer el mismo chiste y lo hace, pero nadie se ríe
-Yo: Ahh si…Bue me sentí así.
-Diego: Bueno, lo importante es que anda siempre sola…Eso es un buen punto.
-Yo: En realidad no anda siempre sola, tiene una amiga
-Diego: ¿Esta buena la amiga?
-Yo: No se…Tiene cara de sartén
-Diego: No importa, tenes que aprovechar que la mayoría de los estudiantes de derecho son feos.
-Yo: No te olvides que yo estoy en ese porcentaje…Que bueno pertenecer a una mayoría…Encima no tuve que hacer nada para entrar al club
-Diego: ¡Haceme caso, háblale!...Todo el tiempo se ven minas lindas con cada bagarto… ¡Vos podes ser uno de esos! Los feos están de moda
-Yo: Soy feo, pero siempre me quedo afuera de las modas…Por eso no tengo facebook.
-Diego: Deja de llorar… ¿Le vas a hablar?
-Yo: Si…Voy a esperar a alguna clase aburrida para hacer mi gestito característico y se va a acordar de mí y vamos a hablar como si no nos quedara tiempo, recuperándonos de ese pasado que no compartimos, perdidos los dos en nuestras miradas mutuas…
-Diego: Sos un pelotudo
-Yo: Si

martes, 4 de mayo de 2010

Como Eres, Como Eras...

No se si sera como muchos dicen el mejor unplugged de la historia. No me caben dudas de que es una joyita. Cobain nos regalo un poco de la belleza de su alma torturada en la tristeza de sus cuerdas, y nos hizo un poco menos infelices, o tal vez ni eso. Tal vez solo nos hizo creer que por un rato, por el tiempo que dura una canción estábamos menos solos. Y despues se fue.



Come as you are, as you were
As I want you to be
As a friend, as a friend, as an old enemy
Take your time, hurry up
The choice is your, don’t be late
Take a rest as a friend as an old memoria

Memoria

Come dowsed in mud, soaked in bleach
As I want you to be
As a trend, as a friend, as an old memoria

Memoria

And I swear that I don’t have a gun
No I don’t have a gun

domingo, 25 de abril de 2010

Amateur

Aquella tarde, cuando yo tenía 17 años la conocí. Debí verme gracioso dando vueltas nerviosamente en la puerta de su edificio. Angustiado e indeciso, ardían en mi las pasiones tristes y las convicciones cansadas sobre el amor. Me senté en la entrada durante algo más de 40 minutos sin saber si subir, si tocar su timbre, hasta que alguien salió del edificio y sin ningún respeto por las normas de seguridad me pregunto si entraba. Tal vez era la señal que andaba buscando. Pese al miedo que le tengo a los ascensores, lo primero que hice fue buscar uno. En mi lógica me decía que no podía darme el lujo de cansarme antes de tiempo.

1er piso; 2do piso; 3er piso…8vo piso. Su puerta se veía ajena y amenazante-como deben verse todas las puertas cuando uno es un idiota- , el pasillo una pasarela pirata: estrecho y sin lugar para la vuelta atrás.

Toque el timbre.8ºb. Una gorda teñida abrió la puerta: en su cara, un maquillaje grosero se deshacía en esfuerzos para cubrir las huellas que una vida al servicio del placer le habían dejado. No se porque en aquel momento se me vino a la cabeza la imagen de un bombero corriendo desesperado por apagar un fuego que se multiplicaba a cada instante. Se presentó como Adela. Se que pensó que era otro pendejo mas. Se que pensó en mis padres. Se que me vio los cordones de las zapatillas desatados y le di lastima, pero también un poco de ternura-un tiempo después me confesaría que le hice recordar a un sobrino al que ya casi nunca veía-. Desconociendo el protocolo, le mostré los 86 pesos en billetes arrugados que llevaba, como si fuera una clave secreta para que me dejara pasar, y también de esa manera ella sabría que no fui a hacerle perder el tiempo a nadie.

-Esta bien, pasa- me dijo y sentí que dejaba un mundo atrás.

Me llevo a un comedor, saco una silla debajo de la mesa y me pidió que esperara. A lo lejos sonaba una canción que decía "prometo no tocarte, esta segura..." en un castellano forzado, tonto, sobreactuado. En la espera, los nervios se calmaron para darle paso a la tristeza. ¿Por que ella no me quería?

Sentí unos pasos ligeros y ansiosos, como quien se apura para sacarse de encima una tarea. El tic tac del reloj apuraba su andar con la decisión propia de lo inevitable. Sentí enloquecer, la necesidad cobarde de huir, de esconderme una vez mas, pero las piernas no me respondían, las manos me sudaban, sentí las venas estallar, como si fueran un dique que rebalsado, no puede contener la pasión de los ríos. Y la puerta de ese comedor -que ahora me parecía más gris, con ese empapelado tan berreta y esa maldita y estúpida canción que no dejaba de sonar- temblaba, se hacia mas pequeña, se trababa…
Hasta que finalmente se abrió. Cuando la vi entrar solo pude agachar la cabeza y mirar al piso, atropellado por su cuerpo, por los restos de sensualidad que dejaba atrás en cada paso, como si fueran las migas de un erotismo hermoso, único, obvio.

-Hola - dijo
En ese momento desee ser inteligente, gracioso u original-en ese orden-, pero simplemente fui yo. Y me quede en silencio. Me pareció que nadie jamás en la historia de la humanidad estuvo tan incomodo.

-Hola - repitió antes de reír. Entonces la vi bien, como si antes de todo eso telarañas formadas por mi estupidez me hubieran impedido abrir los ojos. “Es hermosa” susurro mi conciencia, como si me estuviera contando el secreto mas obvio del mundo.
Empezó a caminar hacia mí, que la esperaba desde mi adolescencia idiota, tímida, naif, con el dolor de no saber nada: se sentó en mis piernas y con voz aniñada dijo “hola, hola” y no supe si me estaba pelotudeando o si realmente le cause simpatía. Se levanto y me pidió que la acompañara al cuarto que estaba pasando la cocina.
El cuarto no era gran cosa: una cama, un espejo sobre la cabecera de la misma y otro, mas grande, sobre algo que parecía una cómoda. Una luz tenue, casi rojiza, bañaba de una falsa lujuria el lugar. Con una sensibilidad alarmante le pedí que apagara la luz.

Aquella vez, en la oscuridad fui uno más que se perdió en su cuerpo, que ahogo las desgracias tempranas de un amor imposible en sus senos, en sus piernas largas, en esas caderas que se llevan por delante al mundo con su andar y en las que duermen todos los secretos del placer. Aquella vez me reí del amor, rechace los sentimientos como quien rechaza una mentira cuando luego de vivir engañado descubre una verdad: después de pagar, entendí que era uno más, que siempre seria uno mas, que no era especial, que en la vida hay personas únicas y personas en serie. Y que yo me enrolaba dentro de las segundas. Saberme un mediocre, de alguna manera me tranquilizo: que aquel amor no me perteneciera me pareció un detalle.
Antes de salir, me despedí de Adela. Para ese entonces, ella ya sabía que volvería.

Hoy, años después, un sabor metálico me enjuaga la boca. Su figura gimiente se recorta sobre la misma cama. Su pubis, angelical. Me visto con las luces apagadas menos por pudor que para evitar que ella se siente humillada y repugnante. En este tiempo de alguna manera nos acostumbramos recíprocamente, ella sabe cuando vengo y porque vengo. Sabe que me cura, que mi tristeza se anestesia en su cuerpo. Y yo se que ella también ha sufrido por amor, que a ella tampoco la quieren, que ya no lo hace por dinero, que le gusta sentirse deseada aunque más no sea por un montón de perdedores. Que ya no sueña con una familia, que esta resignada a una vida sin recuerdos, sin amor. Una vida sin vida.

Por eso, antes de irme, se levanta de la cama y acerca su cara a la mía.
-Hoy ella se llevo sus cosas de mi casa- le digo y me siento en la cama mientras ella, Sofi, mi hermosa Sofi, me desabrocha la camisa con la paciencia de una amateur.

domingo, 11 de abril de 2010

Rémora

Hoy casualmente me levanté pensando en vos, o mejor dicho, emergí del sueño en el que eras la protagonista, como si entre sueño y realidad no hubieran fronteras, sino una continuación lineal, gris, como un cambio de año, o de estaciones sin ningún hecho que marque el comienzo de uno y el final del otro. Y pareciera que siempre es así, vivimos tan apurados que no sabemos como empezar, como seguir y como terminar.
En el sueño/vigilia te preguntaba cuando fue que empezamos a despedirnos, o mas bien si no te parecía que lo nuestro no fue sino un eterno adiós, como si desde un principio estuviéramos destinados al olvido, a perecer, a ser parte constante de un pasado tramposo a la memoria y solo hicimos lo que mejor sabemos hacer: tratar de evadir, escaparnos de lo inevitable, jugar a que la vida no nos tocara con su varita de amargura y de soledad, como si fuéramos el horizonte y el destino nuestro implacable perseguidor, hasta que finalmente nos alcanzo y la verdad no fue sino esa maldita delatora, y ya no hubo lugar donde esconderse. El futuro, la vida y el destino apostaban para saber cual de ellos seria el primero en destrozarnos. O tal vez el futuro, la vida y el destino sean lo mismo y exista un monopolio en el manejo de la muerte de las cosas.
Vane no me aviso que vos también estabas invitada. Tal vez no hubiera venido si sabia que venias. Fue incomodo el saludo para mi. Te pusiste ese vestido que tan lindo te queda y del que tanto renegabas con esa falsa baja autoestima-“soy tan horrible, soy tan fea” decías- que tan bien te supe conocer. Yo no esperaba ni que habláramos. Pero bueno, en señal de que ya no te causo nada- ni siquiera me das el derecho de causarte incomodidad, derecho del que todos los ex gozan- te acercaste a mi, que entre risas exageradas y con un copa en la mano ponía mi mejor pose de tipo cool que nunca fui. E intentamos hablar como si fuéramos unos parientes que se ven cada tanto y fingen interés en la vida del otro mientras de reojo miran la tv. Pero los dos sabemos que ha corrido mucha agua desde la ultima vez que nos vimos-cuando me revoleaste el reloj/regalo de mi mejor amiga que estaba en la pared de mi cocina- y mucho mas desde la ultima vez que nos comportamos civilizadamente. En verdad ya no recuerdo cuando fue eso.
Este intento tuyo por negar un pasado, por ser insensible a esa vida tan lejana que compartimos, me molesta más que verte tan hermosa. Pareces tan fría, tan extraña, tan ajena a mi corazón. Y yo estoy tan exento de tu mundo, tan vano. Daría lo que fuera porque al menos me odiaras.
Somos dos espejismos, apenas el eco de lo que supimos ser. Como dice Neruda: “Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos”. Se que el tiempo te ha dado a vos la posibilidad de verme tal y como soy-estúpido, egoísta, incompetente, etc.-, entonces trato de adelantarme y odiar todo lo que alguna vez supe amar: esa risa tuya que ahora me empecino en llamar “risita” y en encontrarla molesta, ese humor tan raro tuyo que ahora digo que es estupidez, la búsqueda de superficialidad hasta en tus comentarios sobre el clima…
Me doy cuenta de que lo malo del amor cuando termina, o del desamor cuando comienza, es que solo quedan las personas, como si el final, además de su función de verdugo, hiciera caer las armaduras que las palabras y los sentimientos forjan en torno a la persona amada, y que nos permiten querer a pesar de todo. Que esa es la forma que tenemos de ausentarnos un poco del mundo y de los consejos, de las razones que no habilitan el amor pero que no son sino eso, razones y entonces ya no cuentan…
No se que prefiero: que hables mal de mi o que no hables. Supongo que lo peor es el olvido, la indiferencia .Esa indiferencia que te calza tan bien a vos, que ahora te reis, y te acercas a mi otra vez, con una mirada cómplice y esperando que yo también sonría. Y lo hago, a pesar de saber que ya no hay nada en vos que pueda protegerme, que ya tu olvido me desangelo y ahora soy solo algo menos que un recuerdo. Soy la rémora de tu memoria: me alimento del espacio vacio que en ella dejan los demás.

domingo, 4 de abril de 2010

U2 A Sort Of Homecoming



And you know it's time to go
Through the sleet and driving snow
Across the fields of mourning to a light that's in the distance.

And you hunger for the time
Time to heal, 'desire' time
And your earth moves beneath your own dream landscape.

On borderland we run.
I'll be there, I'll be there tonight
A high-road, a high-road out from here.

The city walls are all come down
The dust a smoke screen all around
See faces ploughed like fields that once
Gave no resistance.

And we live by the side of the road
On the side of a hill as the valleys explode
Dislocated, suffocated
The land grows weary of it's own.

O com-away, o com-away, o-com, o com-away, I say I
O com-away, o com-away, o-com, o com-away, I say I

Oh, oh on borderland we run
And still we run, we run and don't look back
I'll be there, I'll be there
Tonight, tonight

I'll be there tonight, I believe
I'll be there so high
I'll be there tonight, tonight.

Oh com-away, I say, o com-away, I say.

The wind will crack in winter time
This bomb-blast lightning waltz.
No spoken words, just a scream
Tonight we'll build a bridge across the sea and land
See the sky, the burning rain
She will die and live again tonight.

And your heart beats so slow
Through the rain and fallen snow
Across the fields of mourning to a light that's in the distance.
Oh, don't sorrow, no don't weep
For tonight at last I am coming home.
I am coming home.

martes, 30 de marzo de 2010

Para vos, Para mi

Dormir(cerrar los ojos como quien cierra las heridas que se abren todos los días de tanto mirar y mirar: la hoja que cae, el árbol que se vence con el viento, la mentira de una vida paciente, el dolor de tu partida, el vacio que dejan los besos que se caen de los labios como perdidos en una noche infinita, en la que el tiempo se mece amenazante como una tijera pendiendo sobre nosotros)

Un corazón que arda en latidos, que exagere los sentimientos, que explote fibra a fibra de emoción a emoción, que se regenere y vuelva a ser, a creer, a confiar en las cosas simples, en la memoria, en la amistad, en el amor.

Que vengas a llenar mis días, que la vida se llene menos de tu ausencia, que tus ojos verdes no le exijan demasiado a mi imagen, que en tus manos se duerman las hojas de mi otoño, que el destino se rinda a nuestros pies y que ruegue para que lo dejemos ser y no viceversa, que cuando cierres una puerta me des la llave, que si tu corazón es una roca me des la espada, que soñar sea despertarse a tu lado.

Que Buenos Aires no sea tan porteño, que los que vuelven lo hagan por y para siempre.

Que ya no tenga tanto que desear, es todo lo que quiero desear.

viernes, 26 de marzo de 2010

Jeff Buckley- Last Goodbye

Hermosa cancion de un excelente artista.Una combinacion perfecta



This is our last goodbye
I hate to feel the love between us die
But it's over
Just hear this and then i'll go
You gave me more to live for
More than you'll ever know

This is our last embrace
Must I dream and always see your face
Why can't we overcome this wall
Well, maybe it's just because i didn't know you at all

Kiss me, please kiss me
But kiss me out of desire, babe, and not consolation
You know it makes me so angry 'cause i know that in time
I'll only make you cry, this is our last goodbye

Did you say 'no, this can't happen to me,'
And did you rush to the phone to call
Was there a voice unkind in the back of your mind
Saying maybe you didn't know him at all
You didn't know him at all, oh, you didn't know

Well, the bells out in the church tower chime
Burning clues into this heart of mine
Thinking so hard on her soft eyes and the memories
Offer signs that it's over... it's over

viernes, 19 de marzo de 2010

Vera

Vera se moja los labios. Se mira: ella es la del espejo, pero también es otra, como si aquel, al igual que un rayo, partiera su vida en dos: ella es esa que se refleja-los labios rojos, los ojos perdidos detrás del rímel, los senos libres detrás de la blusa- pero también es otra, o mejor dicho, es infinitamente otras: una que sueña, ama, odia, olvida y recuerda. Mil tristezas y alegrías en una sola alma, que duerme en un cuerpo frágil, pero vigoroso y erótico, como una diosa.
Decía que Vera se mira en el espejo, alargando ese momento no por pura vanidad-que sin dudas, como todos, la tiene- sino como una forma de refugiarse, de tratar de encontrarse en ese instante en el que sabe que esta a punto de dejar de ser alguna de las otras, para ser Vera, la morocha que se sienta entre las dos rubias que se mueren de risa por cualquier cosa.

Es linda Vera. Realmente linda. Y ella lo sabe.
Vera es hermosa de una manera extraña, que exige pensarla antes de entenderla. Tiene la boca un poco grande y tal vez, unas pecas demasiado imperceptibles, pero cuando sonríe, o cuando abre sus redondos ojos verdes, pareciera que la belleza ha sido descubierta, como si la palabra belleza estuviera envuelta en un velo, al cual, dichos actos hacen caer inmediatamente. Entonces, en ese momento, ella es el mundo, un universo de colores, de formas, de fragancias, que estalla una y mil veces, para darle lugar a algo nuevo, algo perfecto y silencioso, que se regenera y vuelve a ser.

Vera deja su trago en la mesa, la impaciencia se adivina en sus muecas.
Uno de los 3 tipos que están con ellas se le acerca y le dice algo al oído. Se ríen. Y el se levanta, se acomoda la camisa y antes de irse amaga con masajearle el cuello. Sus gestos prometen volver.
Y Vera se queda mirando sin mirar. Que se entienda: con los ojos abiertos, pero vacios y temerosos, como si estuvieran mirando hacia adentro, como quien mira desde las escaleras al sótano, con temor y con rechazo, una sombra que imagina un ser monstruoso durmiendo profundamente, pero que lleva siglos en el mismo sueño y que pronto, pronto ha de despertar. Y eso la asusta, porque no sabe que es, no sabe porque esa sensación se manifiesta en ese momento, una sensación tan fuera de lugar, que siente que la noche se sale del tiempo y del contexto que es su vida.
Y él vuelve. Y ella quiere pero no quiere. O no sabe que quiere. Hablan, ríen otra vez. Él se levanta y ella lo sigue. Los pasos lentos, las palabras susurradas en el oído, el olor a sexo que se cuela en la oscuridad de sus cuerpos, y ella que si, que no, que otro día.
Salen. Él va a buscar su auto. Ella lo espera en la puerta.
Llega, le abre la puerta. Ella, antes de subirse se mira en el reflejo que le devuelven los vidrios del auto. Se ríe, y piensa que otra vez se abandona y deja de ser Vera, para empezar a ser otra.

martes, 9 de marzo de 2010

Brit-Pop

Tus fotos estaban en una caja, arriba de un ropero- entre las cosas que ya no quiero mirar -como esperando ser encontradas, agazapadas y anhelantes, con una estrategia casi militar y con la convicción necesaria para destruirme.
Aunque en algunas fotos también estoy yo, digo que esas fotos son tuyas porque desde hace un tiempo entendí que ya no hay nada que nos pertenezca, que ese pasado que compartimos es solo tuyo, con los Stone Roses musicalizando ese amor tan brit pop-melancólico, nublado, hermoso- que supimos tener.
En una foto estábamos en el banco de una plaza, yo dormía en tu regazo. En otra reías con esa sonrisa tuya que siempre ame. En una bajabas una escalera e intentabas tapar la cámara con la mano. En todas, te veías dulce y eterna, como si una fueras una promotora del pasado, que se escapaba aquel presente para engañarme en el futuro.
En la caja también estaban tus cartas, tus frasecitas escritas en el reverso de una servilleta- jamás podría olvidar tus raptos de incesante poetisa-las entradas de cine, de teatro, todas esas cosas que de alguna manera construyen a ese tipo que fui y que hoy arrincono en el fondo de mi memoria, intentando levantarme con la fuerza y la desazón de un sobreviviente.
La memoria siempre nos miente, decías, y tu semblante se amargaba un poco. Y tal vez tenias razón, porque se que nos quisimos con intensidad, pero también con esa misma energía nos odiamos.
Sin embargo, no seria sincero si te digo que jamás se me ocurrió llamarte, o que me senté en la plaza de Juramento-en el mismo banco de la foto- sin la esperanza de encontrarte. Una tarde soñé que volvías, y cuando desperté, mordí el polvo infinito de tu ausencia. Entendí que todo era mejor asi, que soñar con vos era bucear en pantanos inmundos, infectados de sanguijuelas y serpientes.
El dolor me revelo que solo me quedaba el mañana, me digo y pienso-mientras baño en alcohol tus cosas- en una frase de aquella canción que tanto te gustaba: “The past was yours But the future’s mine”

lunes, 1 de marzo de 2010

15 de otoño

Hay en el aire cierta melancolía, como si el fin se acercara sigiloso, delator o verdugo de mis sueños, con sus manos de un tiempo vencido, a llevarse lo poco que me queda de su mirada, de su esencia…
La siento incomoda, como deseando no estar acá o que no este yo o que no haya nadie.
Tiene la mirada perdida, como buscando fantasmas en el vacio. Se que no quiere mirarme, teme encontrar en mi los rastros de este amor que ya nunca será.
No me deja acercar, una caricia y muestra las garras, es como una tigresa agazapada, recela de su tristeza, la acomoda en el fondo de su alma y que allí quede.
Dice y no dice mucho, su silencio es una fortaleza en la cual se refugia de un mundo demasiado cruel, demasiado gris… sus palabras flotan, plumas de un dolor fértil, un dolor en primavera, un dolor tan fuerte que lastima, que corta el aire con la impunidad de una navaja en la oscuridad.
En el ocaso de la tarde, las palabras se dejan caer, no tienen fuerzas para significar nada. Las risas envidian la pasión de las lágrimas, las miradas esconden soledades.
Y ella piensa. Piensa. Su corazón se debate entre hoy y el mañana, teme tanto al presente como al futuro. No puede abandonar el laberinto de sus sentimientos-esos sentimientos que no me pertenecen, me digo, con una convicción tan fuerte que me conmueve-. Ella es Ariadna, pero también Teseo…
Digo alguna idiotez para distraerla de la oscuridad de sus pensamientos, una sonrisa amaga un arco iris… Me doy cuenta de que no puedo hacerla sentir mejor, que mis palabras, mis risas son vanas, son como espadas de papel en esta batalla, quisiera ayudarle, quisiera ayudarme, pero ella, a veces es mas fuerte que yo, en cada paso que doy me redobla la apuesta.
Se muerde los labios, cierra su alma y sueña…en la tibieza de la tarde, la tristeza de sus ojos dibujan un sol propio, apagado pero deseando brillar. Ella sabe que no sabe y eso la desespera.
De pronto, emerge de su interior como despertando a la vida, a la tarde, a mi presencia.Entiendo.Es hora de despedirnos.
Adiós, me dice. Adiós.
La veo alejarse.Ella sigue igual de triste, igual de hermosa.

viernes, 29 de enero de 2010

Que Decis...

Si pensas que digo poco, que soy muy callado, tenes razón. Me di cuenta de que cualquier cosa que diga, la vida puede usarlo en mi contra. Y después con los resultados puestos, mi memoria se especializa en flashbacks a lo lost, que cumplen soberbiamente su función de ridiculizarme. Cuantas veces use las palabras para un ataque y la vida, rencorosa y despiadada, me puso en jaque. Es que nada de lo que planeo funciona- En Amores Perros un personaje en un momento dice una frase que me quedo grabada: “si queres hacer reír a Dios, contale tus planes…”-. Tal vez tendría que dejar de pensar que la vida es como un ajedrez y simplemente vivir…
Jamas te voy a decir que la vida es esto o es aquello. Prometo nunca decirte con aires místicos que es la vida. Después de todo, como definir algo que no tengo ni la más puta idea, que por naturaleza es indefinible. Así que quédate tranquila, no te voy a decir que se todo, ni exponer teorías locas, ni darte ninguna respuesta, ni siquiera voy a hacer el intento para parecer interesante. Es mas, voy a hacer todo lo posible para que me odies. Bueno, que me odies no. Porque para eso me tendrías que querer...
Dicen que el amor y el odio son las dos caras del mismo sentimiento. Es más, a riesgo de parecer un pelotudo más grande que el forro de Arjona, me animaría a decir que a veces el odio es una forma cobarde de querer, de no hacernos cargo de lo que nos pasa, de destruir un sentimiento que nos amenaza con destruirnos a nosotros mismos, como si fuera una bestia encadenada en lo mas profundo de nuestro ser y que una vez libre busca vengarse, rasgando uno a uno los tejidos de nuestro corazón...
Tal vez que me quieras sea el paso previo para que me odies, como si el amor fuera la primera parte de la película y el odio su secuela. Y todos sabemos que las segundas partes nunca son buenas.
Y si parece una estupidez, pero pensalo… ¿Ya lo pensaste? Si tenias razón, era una pelotudez...
Creo que tendríamos que afinar nuestros sentimientos y buscar nuevas palabras para personas que no nos caen bien pero que nunca quisimos, y que entonces jamás podríamos odiar. Para personas que nos dan asco y sin embargo no son dignos de nuestro odio, personas como Arjona.
Perdón. Te estaba diciendo que no me podes querer -y menos odiar- porque apenas nos conocemos y aunque admito que no hay un tiempo requerido para empezar a querer/odiar, deseo que todavía no lo hagas: no quiero pensar que te gusta regalar tu bondad. No quiero saber que decís te quiero a troche y moche. Esa puta necesidad que les da a algunas personas de querer sin querer, de enamorarse por un nickname, de encontrarse artificialmente, de dejar el destino en manos de una red social... Alguien que tenga un poco de talento podría escribir un libro que se llame “El amor en tiempos de Messenger”. No, en serio, no regalemos las palabras, que entre el te quiero y las personas haya un merito o al menos un sentimiento honesto.Seamos sinceros. Empiezo: yo no te quiero, me caes bien, me gustas mucho, me gusta verte -sobre todo verte reír- pero todavía no te quiero. Es mas, si me dieran a elegir entre salvarle la vida a mi perra y a vos, saldrías perdiendo. Tiene 8 años, toda una vida junto a mí. Nadie me asegura que vos me vayas a bancar tanto tiempo, ni que no me vayas a lastimar. No es una ofensa-en realidad son contadas las personas a las que salvaría antes que a ella-. Y si vos tuvieras perro también lo deberías preferir antes que a mi, porque seguramente seria mucho mas noble que yo, que ya tengo contaminada la carne, los ojos y el alma de tanto andar y andar. Además no te olvides mi naturaleza humana, mi necesidad de destruir sentimientos, de caminar sobre ruinas de resentimiento y soledad.
¿Sonó muy dramático eso del alma contaminada? Y si puede ser, pero si no se habla con pasión mejor quedarse callado.
Considero que una persona se divide en 3: carne, ojos y alma. La carne y el alma son los extremos. Los ojos, son el puente que los une o como dice Sábato, los ojos son la forma que tiene el alma de manifestarse en la carne. Y si por algo es que soy tan incomodo para ver-no dije feo porque se no te gusta mi autoflagelación- es porque tengo un alma bastante podrida. Y no se bien que es el alma o si es inmortal como dicen, pero se que muchas veces agoniza. Y se nota en los ojos, en la forma de esconder la mirada, en como las tristezas se roban el brillo que supimos tener cuando niños. En esa sensación de un dolor inexplicable que se produce los domingos al atardecer. Ese dolor que no respeta pastillas, y para los que tampoco hay recetas.
Pero no quiero amargarte, tampoco quiero que sepas tanto de mi tan pronto y que huyas, ya habrá tiempo para eso.
Si, ya se que estoy lleno de contradicciones y tambien que son temas demasiado grandes para hablarlos a la ligera. El amor, el odio, el alma… Pero ¿de que otra cosa podríamos hablar?

miércoles, 20 de enero de 2010

Loser

Me mira, no se donde esconderme, con esa transparencia que me da cuando me pongo nervioso. Soy un acertijo con una respuesta incluida.
Me mira. Y se ríe. Pareciera que me esta leyendo los pensamientos. Y se da cuenta de que pienso que no tendría que haber venido, si toda la tarde fui un laberinto de nervios en el estomago, pequeñas serpientes que me cruzaban el cuerpo y me ahogaban un poco, y me robaban las ganas de respirar. Y también de venir. Y ella disfruta, porque ahora se ríe un poco más. Y me gusta como se ríe. Una risa que le viene desde adentro, que la libera, como si estuviera exorcizando algún tipo de fantasma. Y yo soy la causa. Se ríe de mí y no conmigo. No se si eso es absurdamente gracioso o increíblemente triste. En la lucha entre venir o no, ganó la primer opción. Tal vez mi destino sea ser el motivo de tu risa, con ese andar que tengo de barbudo flojo y errante, pateando piedritas y con las manos en los bolsillos. Ese andar tan de loser que tengo.
Me mira y me empiezo a sentir cómodo con sus ojos, como si me hubiera estado analizando para determinar si me regalaba un poco de bondad con su mirada. Y ahora siento su mirada como conocida, signo de otro tiempo y de otro lugar. Como si hubiera perdido la memoria y tus ojos son lo único que me queda de ese pasado del que nada recuerdo, lo único que me mantiene anclado en un ayer improbable.

- Estas muy callado- dice Diego, mientras toma las manos de Rocío.

Sus palabras rompen mis pensamientos. La idea de ese pasado en común se desvanece. Somos dos extraños. Y los dos comprendemos, mientras ellos se besan, que estamos de mas, que no hacia falta que nos presentaran-esa extraña necesidad que tienen los amigos enamorados de querer ver a todos enamorados, esa odiosa forma que encuentran para forzar un destino, acercando personas ajenas entre si, esa torpe e inútil esperanza nuestra que decimos que si-que somos dos mimos a los que le impusieron una salida, una persona, y que yo salí favorecido, porque vos conmigo tenes muy poco para ganar, y todo para perder. Entonces me levanto, mientras ellos no se dan cuenta, camino hacia la puerta sin mirar atrás, deseando que vengas conmigo, que hayas entendido.Te espero. Me tocas la espalda, me doy vuelta y me miras. Y te reis.

-Me gusta mucho verte sonreír- te digo y me voy.

martes, 5 de enero de 2010

Reproches

"Dale" me dice,"empezá a soñar".
Odio cuando se pone asi, optimista al mango,como si fuera un evangelista que viene a ofrecerme el paraíso en la puerta de mi casa.Además como se empieza a soñar? desde que momento uno decide dejar las pesadillas para empezar a soñar? y,sobre todo, que carajo es empezar a soñar?
"No te olvides que todo atardecer no es sino el aviso de que hay un nuevo día..." y sigue con las frases baratas,que parecen robadas no a Bucay sino a una copia suya, lo cual significa una copia al cuadrado-Pobre Bucay,robo,no huyó y lo atraparon-.
"Cuando fue la ultima vez que sonreíste con ganas" pregunta,con un aire casi socarrón y poniéndose pesada,tratando de que me seduzca el optimismo.Digo no no se,me rio seguido,que se yo,me gusta reírme. "si vos lo decis..." Si,yo lo digo,yo lo digo,repito la frase con la inutil idea de reforzar mis palabras.Soy como un albañil que cree que por hacer un doble revoque no se caera la pared que lleva años consumida por la humedad y el descuido...Y me empiezo a preocupar porque me pone en un aprieto con su método socrático-sobrador.Algunos años de estudio le han dado la capacidad de mimetizarse con algún profesor de facultad que goza con el hecho de poner en ridículo a sus alumnos. Y subida a lo alto de una cátedra me apunta con el dedo,señala todo mis defectos,me exige cambiar,se sorprende, grita como una vieja escandalosa,se decepciona, se siente estafada como si realmente esperara algo de mi.Asume el titulo de campeona de la moral,exhibe una corrección que jamas le conocí y sobre todo,un optimismo sobreactuado,una forma de ver la vida que provocarian el instinto asesino de Gandhi.
Y entonces la empiezo a odiar mas,porque no solo quiere que sea alguien que no soy,sino que ahora se ríe de mi.
Ella es el grano de pus que tenes detras de la oreja.No se deja ver, pero arde.
Ella es una mala enfermera,le pone azúcar a mi herida y las moscas no se hacen esperar...
La odio.
Maldita Conciencia.

domingo, 3 de enero de 2010

Sofi

Abrazada a los besos de algun Don Nadie,como un arco iris que experimenta todos los colores del dolor,pidiendo no existir por un dia, no ser ella la que se enamore de Él,o arrepintiendose de haberlo conocido,como si el solo hecho de reprimir ese recuerdo, de enturbiarlo con sus lagrimas,la hiciera sentir menos culpable,menos doliente.
Sofi,que con esa sonrisa podia conquistar el mundo, segun le decian los borrachos mas amables de su barrio o que con esas formas se llevaria a cualquier tipo por delante, segun los mas directos obreros de la esquina de su edificio...
Sofi, que sufria y amaba como pocas y que era amada,deseada,pero que tambien sabia, o sentia que el corazon la traicionaba, ese corazon que,virgen de la bilateralidad del amor,ausente de esperanza, le decia que jamas podria tener una familia,un recuerdo, nietos a los que contarles algo, como si existiera el destino y ella tuviera uno, y ese destino no es el de una Susanita,no es amar ni ser monogamicamente amada,sino ser un deseo constante, la manzana que no prueba los besos, sino solo los mordiscos de unos,dos o muchos Adanes sedientos de su cuerpo,de su alma.Tipos que asustan y se asustan del amor y van con ella a perderse en sus sabanas,en la oscurirdad de un cuarto triste,vacio y oscuro,en el que los ruidos de abajo se confunden con los de arriba,y uno no sabe bien si hablan o solo reproducen un sonido muerto,como si las conversaciones fueran un eco,una reproduccion constante de algo que ya pasó, que ya no existe.
Y es Sofia la que ama y siente haber arañado el amor cuando ambos terminan-aunque no simultaneamente, como si el placer egoista no fuera placer-, y la que sabe que la vida, su vida,se va un poco con Él,cuando este se acomoda el cinturon,saca $125 de su bolsillo, y se los deja en la mesita de luz,ante de marcharse, casi en silencio, como si fuera el autor de un crimen perfecto-ser amado sin amar-,para no despertarla de un sueño que nunca llega...